Hola a tod@s!
Cuanto tiempo, ¿verdad? Lo cierto es que había perdido un poco la ilusión por escribir, y eso que es algo que me encanta, pero digamos que el día a día, el trabajo, el confinamiento y, la vida en general, me han tenido algo apartada. Pero he vuelto y tengo el firme propósito de ser más asidua por aquí, aunque los blogs ya no estén de moda, porque a mi me encanta contaros mi vida y en Instagram, me falta espacio para hacerlo.
Las personas que han leído mi blog en algún momento de los últimos años saben que le doy mucha importancia al pelo, que siempre he tratado de cuidarlo, domarlo, mejorarlo y atenderlo, pero al final el resultado es que lo he hecho pasar por infinidad de maltratos porque nunca me he sentido a gusto con él, ni con su forma ni con su color: decoloraciones, permanentes, mechas, tintes y calor, mucho calor, han sido su día a día desde que con trece años me hice las clásicas dos mechas gordas rubias pollo en el medio de la cabeza, al puro estilo Geri Halliwell en las Spice Girl.
A raíz de leer la palabra «curly method» en todas partes en los últimos tiempos, me decidí investigar más sobre el tema y ver si podía aplicar el método a mi propio pelo para saber hasta donde puede llegar, ¿y si hay vida más allá de mi pelo fosco? Que probablemente las que me leéis no tenéis ni la más remota idea de que nací con el pelo ondulado, pero que de aquella eso no se sabía peinar y crecí alisando la media melena con flequillo que me acompañó prácticamente media vida.
No os voy aburrir a estas alturas con qué es el método curly, a modo de resumen diré que es un método que intenta mantener el pelo lo más sano posible alejándolo de determinados ingredientes (sulfatos, siliconas, etc.) y de fuentes de calor como planchas y secadores. En mi caso había dejado los sulfatos hace mucho porque en mi pelo generan el clásico efecto rebote, cuanto más lo lavas con eso, más grasa produce para compensar, y también las siliconas porque al tener el pelo fino, me engrasaban mucho el pelo y le restaban el poco volumen que tenía.
El caso es que he venido coqueteando con el método desde el verano pasado, pero hace cosa de dos meses decidí tomármelo enserio y ponerme a investigar cómo aplicar el método a mi pelo y zambullirme de lleno en esa nueva experiencia. Esta nueva etapa también ha sido lo que me ha animado a retomar el blog, no sabéis lo gratificante que es ir descubriendo algo nuevo dentro de un mundo que ya te apasiona e ir dando pasitos para aprender cada día más.
Ahora que ya han pasado dos meses puedo avanzaros que el método curly, estrictamente hablando, no es para nada apto para mi, pero esa es una historia que os contaré en otro post.
Nos leemos!
eltocadordevero.wordpress.com 
Bienvenida de nuevo guapa :-). Aunque los blogs supuestamente no estén de moda, a mí me siguen gustando y sigo escribiendo el mío. Sigo el método curly pero a mi manea, utilizando técnicas y productos que a mi pelo le funcionan. Muacks
Hola amor!
Yo reconozco que últimamente no tengo tiempo de leer blogs y me da algo de pena porque el contenido que se genera es de mucha más calidad que el de Instagram! Mil gracias por la visita, se agradece mil!
Un besote
Bienvenida… al contrario que tu siento me he sentido a gusto con mi pelo, es más… ¡me encanta! soy pelirroja natural y con casi 64 años no me lo he tintado nunca, siempre me gustó mi color, ¡envidia de muchas desde que era pequeña!!! ja ja ja, por otra parte lo tengo liso y con cuerpo es decir un pelo sin complicaciones, a mi me gusta más el pelo liso pues soy de una generación que tener un rizo en el pelo era un castigo, afortunadamente ahora hay muchas opciones y soy partidaria de no ir a contracorriente de nuestro pelo, nunca he visto tanto cabello maltratado como ahora…
Yo también tengo aparcado el blog… ¡simplemente no me apetece!!!! no hay que darle más importancia.
Besos